domingo, 2 de septiembre de 2018

Cuando viajar es una fiesta - Entre París y Madrid

Maribel Orgaz - Virginia Baudino
Hace unos días, en pleno mes de agosto, a Virginia le sorprendían los cientos de turistas que en los Alpes desembarcaban con autobuses para subir a la montaña, en una ruta que no era precisamente un paseo:

-La subida era por un sendero para llegar a un pico de más de 2.000 metros de altura.

En Madrid, le comentaba por mi parte, cada vez se nota más las campañas para intensificar el turismo.

Quizá haya gente que no quiera viajar, que prefiera evitar el avión o sólo viaje en coche a distancias cortas pero a la par, millones de personas se desplazan de un país a otro, de continente a continente para ver museos, recorrer los Alpes o, como dicen ahora las agencias, vivir experiencias. 

Las experiencias son una promesa de exclusividad, de diferencia... pero lo cierto es que viajamos a la vez que otros miles de personas a los mismos destinos ya sean Venecia, los Alpes o Dubai.

Virginia vive ahora en París y cuando la visito hay un parís de virginia que recorremos y ambas disfrutamos. Cuando Virginia viene a Madrid, yo le enseño un madrid de maribel. 

Quizá, incluso hoy en día, siga habiendo una forma de viajar, de conocer un lugar de manera única: la de nuestro momento vital

Cuando nuestros hijos eran pequeños había un madrid con niños lleno de parques con columpios maravillosos y museos vistos con ojos asombrados de infancia.. y de farmacias para comprar chupetes. Y ahora, cuando nos visitamos y nuestro hijos han crecido, ambas disfrutamos de un París de librerías, de casas museo de escritores, de pequeños jardines y de galerías de arte.

Este momento vital no lo comercializa una agencia, no incrementa su precio según la temporada, pertenece al instante, a la única y exclusiva circunstancia personal que atravesamos. Nos muestra un lugar desde perspectivas completamente diferentes.

-Tienes que leer París era una fiesta - me recomendó Virginia.

Un Hemingway joven, lleno de esperanza en su carrera literaria, enamorado de su esposa y con su hijito recién nacido recorre una ciudad bellísima que nunca olvidaría. Su particular y exclusiva experiencia de conocer París en un momento maravilloso de su vida.

-¿Cómo será el Madrid de jubiladas? - le pregunto a Virginia.

-Eso, ¿qué haremos con nuestro júbilo? - me responde entre carcajadas.

-Bailaremos el chotis en la verbena de la Paloma.

-¡Trato hecho!

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