jueves, 11 de octubre de 2018

El viento te dirá si eres feliz

Virginia Baudino - virbaudino@hotmail.com - Foto: Lago Benito, Alpes Franceses

El filósofo Theodor Adorno escribió, “Es suficiente con escuchar el viento para saber si somos felices.”

Walter me decía que las preguntas imprescindibles de la vida se respondían caminando en la montaña. Él me decía:  "Virgi, esas preguntas sólo se pueden abordar sentados en el refugio Frey, mirando el lago".

¿Por qué preferimos los tomates bio? ¿A qué se debe el auge de los movimientos slow? ¿Por qué hay una explosión del burn-out o de las depresiones? Todo esto y más se pregunta el filósofo alemán Hartmut Rosa...

-¡Y nosotras! - me dice Maribel cuando lee este texto.

-Bueno, Rosa tiene una teoría sobre esto- le contesto.

Según este filósofo alemán, la causa de todo esto es la crisis de las relaciones que la ‘aceleración’ de nuestras sociedades ha producido. Así, el autor observa una crisis en las relaciones con la naturaleza (se puede ver a través de la crisis ecológica que el planeta atraviesa), en la relación con nosotros mismos (se evidencia en el récord del consumo de psicofármacos) y en la relación con los otros.

¿Por qué? Porque la aceleración, dice Rosa, no nos deja tiempo para detenernos y así poder relacionarnos con los otros y con el mundo.

Hartmut Rosa propone el concepto musical de resonancia para lo que podría ser el camino de una buena vida. Este concepto funciona en las relaciones en dos sentidos: escuchar y hablar o preguntar y responder. A través de la resonancia, podemos mezclar nuestra voz con la del mundo.
Refugio de Sales. Alpes franceses
¿Por qué preferimos las verduras de la granja y si es posible que tengan tierra? Rosa argumenta que es así porque a través de este tipo de alimentos nosotros conectamos con la naturaleza. ¿Por qué cuando camino en el bosque pienso que con la brisa, las hojas me hablan? Porque buscamos ávidamente los lazos con el mundo que nos rodea y que nos ha sido quitado.

Siguiendo al filósofo francés Merleau-Ponty, Rosa habla de la posibilidad de la resonancia, de una conversación para así relacionarnos con el mundo, con nosotros y con los otros.

Cuatro criterios deben cumplirse para que haya resonancia:

1)- Que algo exterior me afecte, como una canción, un paisaje o una persona.
2)- Una reacción del sujeto interpelado.
3)- Una transformación, ya que la resonancia aporta algo nuevo.
4)- Imprevisibilidad, ya que la resonancia no se planifica.

Rosa nos invita a explorar la vía de la resonancia, porque ella es algo bueno per se. ¿Habrá encontrado Rosa la clave que tanto estamos buscando o la resonancia sólo será un nuevo elemento de alienación de nuestras sociedades?

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